¿Qué es en verdad algo bueno? o ¿A que yo
le llamo bueno?
Donde el autor explica esta
interrogante, sin mentirles les cuento que cada uno de los temas que se trataban
en este libro me encantó pero en esta ocasión opte por presentarles un
resumen y mi punto de vista sobre el primer tema, el que le da respuesta a mi
pregunta.
Ética filosófica o ¿son relativos el
bien y el mal?
El significación de los términos bien y
mal, bueno y malo, son cuestiones que se vienen preguntando las personas desde
lo más antiguo de la filosofía. La palabra "bueno"
significa tanto como: "Bueno para alguien en un determinado
sentido", por ejemplo: comer dulces es bueno para nuestro
paladar.
También puede ocurrir que la misma
cosa resulte, bajo diversos aspectos, buena o mala para la misma persona.
Ejemplo: si como dulces es bueno para mi paladar, pero mala para mi salud pues se
me puede subir la azúcar, dañar los dientes o aumentar de
peso.
Puede ser también que la misma cosa sea
buena para uno y mala para otro. Utilicemos otro ejemplo para poder dar a
entender este punto: Es bueno para ti si la reunión inicia justo a la
hora que se programó si llegaste a tiempo, pero no es bueno para tu compañero
que se retraso por el tráfico.
En ocasiones usamos la palabra
"bueno" en un sentido, absoluto, o sea, sin añadir un
"para", o "en determinado sentido". Deberíamos decir es
bueno para mi estudiar, si lo que quiero es pasar el examen. O es bueno hacer
ejercicio para cuidar mi salud.
Cuando la
palabra bueno se toma en un sentido absoluto, entonces, por el
contrario, las afirmaciones se hacen relativas, dependientes del ámbito
cultural, de la época, del estrato social y del carácter de los que usan esas
palabras.
Ahora bien lo que debemos tomar en cuenta siempre es el contexto donde
la palabra bueno se emplee.
Las
diferencias culturales nos obligan a preguntarnos por si existe un criterio o
medida para juzgar lo que está bien o mal. Se trata pues de dos variantes del relativismo
moral.
La primera nos dice: Todo hombre debe seguir la moral dominante en la sociedad en que
vive. Es decir que lo que está bien, es lo que diga un mayor número de personas de la sociedad.
Esta incurre en tres contradicciones:
1. Se incurre en la primera contradicción cuando quien plantea la máxima quiere
fijar al menos una norma universalmente válida, justamente aquella que dice que
debe seguirse siempre la moral dominante.
2. En segundo
lugar hay que decir que no existe en absoluto esa moral dominante, ya que en nuestra sociedad pluralista concurren distintas concepciones morales.
3. Tercero, Hay sociedades en las que el proceder de un fundador, profeta, reformador o revolucionario de
un hombre que no se acomoda a la moral de su tiempo, sino que la ha
cambiado tiene carácter de modelo.
La segunda: Cada
uno debe seguir su propio capricho y hacer lo que le venga en gana. Esta variante
actúa como anarquista o individualista. Cada uno actúa como le gusta.
Evidentemente parte de que en el hombre existen distintos impulsos; aboga por
unos y está contra otros. Detrás está de algún modo la idea de que unos son más
interiores y naturales al hombre que otros: precisamente los llamados impulsos
morales. Estos impulsos morales, por el contrario, son considerados
como una especie de heterodeterminación, como un dominio
interiorizado del que es preciso librarse. Pero al abogar por la
autodeterminación, por lo natural frente a lo extraño, resulta que la protesta
antimoralista desemboca directamente en la tradición de la filosofía moral.
"haz
lo que te guste" no basta para responder a la cuestión "¿qué es lo
que debe gustarme?". No existen sólo mis gustos, cada uno debe respetar
los gustos de los demás. Por consiguiente se debe ser tolerante y esta se funda
en una convicción moral que pretende tener validez universal. El relativismo
moral, por el contrario, puede decir: ¿por qué debo ser yo tolerante? Cada cual
debe vivir según su moral y la mía me permite ser violento e intolerante.
La disputa
sobre el mal y el bien demuestra que la Ética es campo de litigios. Pero eso es
también lo que demuestra justamente que no es algo puramente relativo, que el
bien puede estar siempre en lo singular y que es difícil decidir en los casos
límites. Esa disputa demuestra que determinados comportamientos son mejores que
otros, mejores en absoluto, no mejores para alguien o en relación con
determinadas normas culturales. Todos lo sabemos. El sentido de la Ética
filosófica es arrojar más luz sobre este conocimiento y defenderlo frente a las
objeciones de los sofistas.
En Conclusiones ¿Son relativos el bien y el mal? Esto depende ya
que los que para una persona o sociedad es un bueno o un bien, desde otro punto
de vista no lo seria o estaría, al leer este tema se me ocurren muchos ejemplos
sobre las cosas buena que puedo hacer y estas perjudiquen a otros.
O cosas
que en un momento de mi vida la considere malas y más adelante descubro que son
buenas, todo es variante de acuerdo al momento, lugar y contexto. Debemos de
tomar muy en cuenta al momento de actuar si lo que hacemos solos nos beneficia
a nosotros o si estamos dañando a alguien en el proceso.
Como
sabemos que estamos haciendo el bien verdaderamente esto es una cuestionarte
que debemos hacernos y las dos teorías que nos presentan son erróneas ya que no
podemos llevarnos de la mayoría, porque que sucede si la minoría es la que
tiene la razón y no nos damos cuenta. O como en la segunda teoría que nos dice
que debemos hacer lo que nos plazca sin importar nada, ahora bien si todos
hacemos lo que quisiéramos sería un caos además ¿Cómo saber que nuestros
impulsos son buenos?.
Solo nos
queda pedir a Dios que nos ilumine y nos permita tener un corazón semejante al
suyo para poder tratar así de hacer el bien a todos.
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